El exceso de información y sobreprotección son las dos trampas que a menudo encontramos en el desarrollo de un jugador. Es lógico que intentemos dar lo mejor a nuestros hijos o alumnos, pero hay veces en las que mucho es poco y más es menos. Hasta a veces NO DAR es lo mejor que se puede hacer para formar y educar a un jugador. Por eso, hoy vamos a hablar sobre uno de los apartados de cómo crear un ambiente adecuado para que el jugador progrese. Vamos a hablar del mejor psicólogo que existe en los primeros pasos de la formación: El Entrenamiento Físico.
A falta de físico, ¿un psicólogo?
Pensemos en un niño/a que lleva una vida 90% sedentaria y para que pueda esforzarse en los momentos de grandes cargas emocionales o físicas, durante los partidos, le preparamos folios y folios de teoría y rutinas intentando que comprenda cosas que nunca haya experimentado en carne y hueso. Gastamos horas con entrenamiento mental (sentados) para desarrollar complejas teorías de como controlar los nervios en un cierre del set o del partido, como calmar pulsaciones y concentrarse tras un rally de 30 golpes o como afinar y coordinar los gestos en la tercera hora del partido.
Creo que con todo esto cometemos un grave error. Entiendo que queramos dar a los jugadores lo mejor de los últimos avances en los múltiples campos que rodean al deporte, pero… ¿para qué desarrollar complejos esquemas psicológicos cuando un niño desconoce totalmente el funcionamiento de su cuerpo en las realidades mencionadas arriba?
No voy a extenderme mucho en este artículo y sólo pensaré en alto sobre las cuestiones de la preparación mental; y lo que a todos aconsejaría para lograr avances en este aspecto es lo siguiente:
El desarrollo físico
- El primer paso del desarrollo mental está fuertemente ligado con el desarrollo físico. Por ello, un jugador en crecimiento debe fijarse en trabajar su cuerpo (Segunda fase de desarrollo. En próximos artículos veremos cuál es la primera). Al afrontar ciertas realidades físicas, su mente y sus emociones descubrirán nuevas esferas para investigar. Sus experiencias a través del mundo físico y de su cuerpo le enseñarán a actuar en múltiples circunstancias cruciales de los partidos (sobre los que tanto hablamos); y os aseguro que, cuando confíe en su propio físico, confiará mucho más en sí mismo como jugador ya que, por ahora, los seres humanos tenemos fuertemente ligado el YO a nuestro propio cuerpo material.
- Luego, más adelante, cuando el jugador evolucione y se adentre en el mundo profesional, el trabajo ya será disociar mente y cuerpo, darle autonomía a cada parte y reducir la influencia de las variables del cuerpo sobre la mente y la acción. Pero eso ya es uno de los pasos más avanzados y el camino se anda paso a paso.
Por eso mi consejo sería destinar gran parte de entrenamiento al desarrollo físico, ya que no hay mejor psicólogo en el proceso del desarrollo de un tenista en formación.
P.S.
Además, me gustaría recalcar la importancia de la preparación física para el desarrollo técnico. Los trabajos de pulir y mecanizar los golpes están fuertemente ligados con la repetición; y cada gesto, dependiendo de la capacidad física del jugador, tiene un número de posibles repeticiones que es capaz de cumplir. Si se supera este número, comienza la sobrecarga que, posteriormente, puede llegar a lesión. Por eso, es preciso preparar el cuerpo y ampliar su capacidad de repeticiones, ya que eso nos da la oportunidad de realizar un trabajo adecuado técnicamente. Pero sobre este asunto hablaré más extensamente en otro artículo.
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